¿Se pueden aprender idiomas durmiendo?
Uno de los propósitos habituales de cada año nuevo es el de aprender idiomas. Y si a cada nuevo 1 de enero que nos lo proponemos le sucede un 31 de diciembre donde volvemos a pensarlo, no es tanto por nuestra apatía o incumplimiento, sino por la falta de sueño. Pero, ¿y si te dijéramos que se puede aprender idiomas durmiendo?
No es lo que digamos nosotros, lo dice una investigación realizada en Alemania y publicada en el Current Biology. Un estudio cuyos resultados hablan de la conexión y vínculos que se establecen entre diferentes idiomas mientras dormimos.
El ritmo de vida actual va más rápido de lo que a veces somos capaces de asimilar. Y la falta de tiempo es una constante que se puede aplicar a decenas de aristas de nuestra vida. Hechos tan cotidianos y de superación personal como aprender idiomas se nos antojan necesarios, pero no encontramos el momento. Aprender un nuevo idioma necesita constancia y compromiso. Horas del día que no siempre se tienen. Un contexto social que, quizás, se podría paliar utilizando las horas de sueño para ello.
¿Tienes sueños lúcidos? Aprovéchalos para mejorar tus idiomas
Los sueños lúcidos, aquellos en los que nos volvemos conscientes de que estamos soñando, pueden representar justo el momento ideal para ello. Controlar el contenido onírico nos podría permitir hablar en el idioma que estamos aprendiendo. Sí, jugar con las reglas gramaticales y el vocabulario adquirido.
Para llegar a ese punto, primero hemos de elegir un idioma y comenzar a estudiarlo. De manera progresiva y natural, soñaremos con él. Puede ser de una manera normal o a través del mencionado sueño lúcido. Es decir, un simple sueño más típico donde resuena y nos mantenemos pasivos. Pero también, a través de los sueños donde somos más conscientes. En el momento de disfrutar de un sueño lúcido con el segundo idioma, comprobaremos que podemos practicarlo.
Al ser consciente del sueño, podremos aplicar los conocimientos que tenemos. Es decir, qué queremos decir, cómo y en qué situación. Por tanto, este segundo idioma quedará más apegado en la memoria. Una experiencia que no desaparecerá al despertar. Al contrario, la recordaremos y entenderemos qué hay adquiridas nuevas palabras o formas gramaticales.
La explicación científica nos habla de una asociación entre el movimiento físico y real con el que realizamos mientras dormimos. Es decir, los mecanismos neuronales responsables de cada uno de ellos actúan igual.
Tras la investigación realizada en Alemania y publicada en el citado medio y en e que se usó el escaneo cerebral, se determinó que la región del cerebro que se hace cargo del movimiento físico, también se activa durante un sueño de carácter lúcido. Por tanto, la corteza sensoriomotora trabaja de tal manera que puede adquirir conocimientos.
¿Y la escritura? ¿Puedo escribir en otro idioma mientras sueño?
Siguiendo la premisa estipulada por la investigación científica, la capacidad motora puede trabajar en los sueños de muchas formas diferentes. Entre ellas, y siguiendo con el hecho de aprender idiomas, la escritura.
La investigación defiende que el sueño lúcido aún sería más útil para aprender idiomas que no disponen de nuestro tipo de alfabeto. El latino. Es decir, idiomas como el chino, el japonés, el árabe, el ruso o el griego, disponen de un sistema de escritura diferente, con una tipología de letras que no entendemos. Hablamos de lenguajes que precisan de nuevas habilidades motoras. Un escenario ideal para practicarlo en los sueños lúcidos.
Aprovechando esta habilidad onírica, podríamos practicar la escritura mientras disfrutamos de un sueño lúcido.
