¿Qué significa soñar que te persiguen?
Soñar que te persiguen es, quizás, la pesadilla más recurrente de todas las que existen. De hecho, hasta la Sociedad Española del Sueño se refiere a ella como una de las más repetitivas y presentes entre los durmientes. Y es que este sueño tan angustiante tiene varias lecturas y, sobre todo, muchas causas de su aparición.
El significado de soñar que nos persiguen
No es casualidad que en cada película de terror se incluyan varias escenas donde el villano persigue al protagonista (o a víctimas secundarias). Una persecución por un callejón oscuro es uno de nuestros miedos más recurrentes. Desde tiempos inmemoriales, el miedo a la oscuridad ha estado presente entre nosotros. De hecho, una de las leyendas primigenias asociadas a la noche de San Juan habla de que se empezó a celebrar como medida para luchar contra ese miedo a la noche oscura.
El miedo a la oscuridad y a ser perseguidos suele comenzar en la propia infancia. Basta con tener seis años y que el típico primo mayor nos cuente una historia relacionada para que esa noche tengamos la primera pesadilla al respecto. Y a partir de ahí, ni el paso a la madurez puede mermar este sueño tan recurrente.
Soñar con que somos perseguidos evoca nuestro instinto más animal. Tal y como hemos comentado en otras ocasiones, existen ciertas especies que adaptan su forma de dormir para tener una huida más rápida en caso de peligro. Y ese instinto de supervivencia nosotros también lo tenemos. Pero al impregnarlo de ficción, literatura e imaginación, lo convertimos en un miedo más irracional.
5 significados de soñar que nos persiguen
La tensión a la que podríamos ser sometidos durante una persecución a vida o muerte es lo bastante intensa y terrorífica como para convertirse en una pesadilla. Estos son sus significados más comunes.
1. Simbolizan preocupaciones de la vida diaria
A nivel psicológico, las situaciones vitales que están pendientes de resolver originan una tensión que puede desembocar en este tipo de pesadillas. Si lo piensas, son hechos que perduran en nuestros pensamientos de manera recurrente. Y traducido en sueños, pueden convertirse en una especie del hombre del saco que no deja de perseguirnos. Es decir, la incertidumbre convertida en villano.
2. Los cambios personales
Siguiendo la premisa anterior, los cambios vitales también originan un nivel de tensión similar. Desde las mudanzas a las rupturas y cambios de pareja, lo anterior queda impregnando en nuestra memoria. Son hechos que resuenan igual que el eco…o que una persona que puede estar persiguiéndonos en mitad de la noche. De nuevo, nos encontramos ante una metáfora bastante literal y fácil de comprender. Y aunque los cambios puedan ser a mejor, lo que queda detrás no dejará de perseguirnos.
3. El estrés
El estrés es una pandemia del siglo XXI. Un enemigo silencioso que multiplicó su presencia cuando decidimos aumentar varias marchas nuestro ritmo de vida. Y entre sus ramificaciones se encuentra el descenso en la calidad de nuestro sueño. Por esa regla de tres, padecer de este tipo de ansiedad puede acabar derivándose en pesadillas. Por ejemplo, soñar con que nos persiguen.
4. El sentimiento de culpa
Muy similar a lo explicado con los cambios personales, el sentimiento de culpa puede convertirse a nivel onírico en un remordimiento con forma de monstruo que nos persigue por calles oscuras, silenciosas y vacías.
5. Las películas y libros de terror
Nunca subestimes el poder de una buena historia bien contada. Aunque pensemos que solo nos sucede en la infancia, los estímulos exteriores pueden bifurcar en las peores pesadillas. Y nada mejor que una película de terror para acabar padeciendo una noche de persecuciones y monstruos que nos acechan entre los callejones más oscuros y recónditos. Las historias que vemos antes de dormir se quedan impregnadas en nuestra retina, convirtiéndose minutos después en pesadillas. Y es que al final, la causa más común puede ser la más literal (y ficticia).
