Qué es el sol de medianoche

May 14, 2022 | CURIOSIDADES | 0 Comentarios

A medida que nuestro planeta lleva a cabo la vuelta anual alrededor del sol, partes del mundo experimentan cambios estacionales muy curiosos gracias a la inclinación del eje de la Tierra. Entre abril y septiembre, el hemisferio norte se inclina hacia el sol, lo que resulta en días más largos y un clima más cálido. Así, los destinos cercanos al norte del círculo polar ártico experimentan un fenómeno astronómico: el sol de medianoche.

Este fenómeno puede observarse durante 76 días entre mayo y junio, y puede observarse más cuanto más al norte se vaya.

El sol de medianoche: ¿qué es?

En términos simples, el sol de medianoche es, tal como su nombre indica, el sol que puede verse en la medianoche. Se da cuando, en medio de la noche, cuando el cielo es normalmente un manto aterciopelado de oscuridad, el sol todavía puede observarse claramente.

En el polo ártico, el sol de medianoche puede verse durante seis meses seguidos, sin interrupciones, de forma continua. Cuanto más nos movamos hacia el sur, menos tiempo será visible el sol de medianoche. Así, en el norte de Noruega, podemos disfrutar de este fenómeno desde finales de abril hasta agosto.

Durante los meses de verano, en el círculo polar ártico podemos disfrutar de hasta 24 horas de luz solar. Sin embargo, a medida que se aleja del Ártico, la fuerza del sol de medianoche también comienza a debilitarse. En el polo, el sol de medianoche brilla con tanta intensidad como si fuera mediodía.

En Noruega, la luz del sol se ve como moteada, más como las primeras horas de la noche antes de volver a iluminarse gradualmente para el día siguiente. Así, aunque durante el sol de medianoche no puede verse claramente cuando se cambia de día, lo cierto es que hay un cambio visible en el brillo de la luz.

¿Por qué se da este fenómeno?

Este fenómeno, que ocurre todos los años, no se debe a ninguna extraña aberración, si no a la física de la Tierra y el Sol.

sol de medianoche

La Tierra gira completamente cada 24 horas y es este movimiento el que crea la noche y el día. Sin embargo, la duración de las horas diurnas y nocturnas no es igual y esto se debe a que la Tierra está inclinada sobre su eje 23,4 grados. Si fuera completamente perpendicular, habría una noche y un día fijos de 12 horas cada uno. Además de la Tierra girando sobre su propio eje, esta también da vueltas alrededor del sol. Esta órbita tarda un año en completarse.

A medida que se mueve alrededor del sol, el eje inclinado significa que a veces parte de la Tierra estará más cerca del sol que otra. También es la razón por la que el verano ocurre en diferentes épocas del año en los hemisferios norte y sur.

Durante los meses de verano, cuando el hemisferio está inclinado hacia el sol, los polos experimentan la luz solar durante las 24 horas completas. Cuanto más te alejas del polo, más diluido se vuelve el efecto del sol.

Esta es la razón por la que los países europeos que no están tan al norte como Noruega nunca llegan a experimentar las noches doradas del sol de medianoche.

A medida que la Tierra continúa en su órbita y la inclinación del hemisferio se aleja gradualmente del sol, la oscuridad de la noche regresa lentamente. Durante la temporada de invierno, ocurre exactamente lo contrario del sol de medianoche, con noches polares. Durante estas noches, el sol nunca llega a salir del todo, bañando el paisaje con una luz azulada, similar al crepúsculo, durante el día.

¿Cómo afecta a los humanos este sol de medianoche?

Las horas de luz diurnas prolongadas pueden afectar a nuestro estado de ánimo, los niveles de energía y los ciclos del sueño, dado que el cerebro puede confundirse.

Cuando está oscuro, el cerebro espera dormir y, cuando hay luz, el cerebro espera estar despierto, por lo que se confunde y no puede decidir si permanecemos dormidos o nos despertamos.

Así, el resto del cuerpo también puede verse afectado por la confusión del cerebro. Los ritmos circadianos son el proceso interno del cuerpo que se corresponde con el ciclo de 24 horas de luz y oscuridad.

Si de repente hay demasiada luz, los resultados pueden ser similares al jet lag e incluir dolores de cabeza, problemas digestivos.

Los cambios estacionales drásticos en algunas partes del mundo pueden hacer que los habitantes vivan en un estado perpetuo de desfase horario, incluidas posibles alteraciones hormonales.

Así, es común que las personas que experimentan este fenómeno sufran problemas para dormir o alteraciones del sueño, así como fatiga, hiperactividad o mal humor.

La mayoría de las personas normalmente suelen adaptarse a días más largos o noches más cortas y pueden mejorar la situación manteniendo un horario, usando técnicas de relajación, haciendo ejercicio y comiendo bien. Además, un antifaz para dormir y unas cortinas oscuras también podrían ser de gran ayuda en estos casos.

Y tú, ¿has tenido la oportunidad de ver alguna vez este fenómeno? Si tienes la posibilidad de verlo, ¡recuerda seguir las recomendaciones para disfrutar de un buen descanso!