Por qué nos despertamos de mal humor

Basta con que suene el despertador para que una especie de ira homicida te invada el cuerpo. No llevas despierto ni tres segundos, pero el mundo ya te sobra. No quieres saber nada de nadie. Y mucho menos tienes ganas de coger el coche y desplazarte durante una hora para llegar a la oficina. ¿Y aún nos preguntamos por qué nos despertamos de mal humor?

Los motivos que hay detrás del mal humor matutino

Ahora en serio. ¿Por qué nos despertamos de mal humor? O al menos, un gran porcentaje de la población. Aunque a continuación analizaremos las claves más biológicas que están detrás de los malos despertares, hay que partir de una premisa más sencilla y cotidiana: pasamos de estar calentitos (o fresquitos) en nuestra cama, con la almohada que hemos elegido y, seguramente, soñando con una playa paradisiaca. Pero todo esto se rompe con el sonido desagradable de una alarma. Y si no hemos podido descansar bien o las suficientes horas, lo normal es que empecemos con mal pie. Pero hay más.

Lo que se esconde detrás de despertarnos de mal humor es que aún continuamos con una inercia del sueño. Es decir, seguimos en ese estado de aturdimiento. Los ritmos circadianos pueden influir en otras hormonas más allá de la melatonina (la encargada del sueño). Por ejemplo, el cortisol. Es decir, la hormona del estrés.

El cuerpo humano comienza a producir cortisol cuando nos despertamos. Por tanto, unos ritmos circadianos más lentos de lo normal nos van a llevar a una fase del sueño más tardía que a otras personas, y por tanto, con menor actividad.

En lo que se traducen estos movimientos biológicos es un conglomerado de confusión, sueño, desubicación, confusión y, por tanto, un peor carácter. Algunas personas pueden estar más de una hora en esa situación. De ahí que tengamos frases tan populares como las de “hasta que no me tomo un café no soy persona”.

Ser más lento en la producción de cortisol no significará ningún problema si no afecta en nuestro día a día. Al final, solo es cuestión de tiempo que el cuerpo produzca esta sustancia. Y, paralelamente, se rebaje la cantidad de melatonina. Una vez se equilibre nuestro cuerpo, la mente quedará despejada y preparada para una nueva jornada de actividades.

5 trucos para despertarnos de mejor humor

1- Despertarnos con luz natural

Como hemos explicado en muchas ocasiones, la exposición a la luz natural incide directamente en nuestros ritmos circadianos. Es por ello que en verano tenemos más energía y en invierno pasamos por días más deprimidos. Siguiendo esta regla de tres, despertarnos con los rayos del sol nos ayudarán a que nuestro cuerpo capte que se ha encendido el interruptor de la energía y, por tanto, estaremos antes de mejor humor.

2- Despertarse de manera progresiva

Este truco es complicado, pero hoy en día se puede hacer con la ayuda de ciertas aplicaciones del móvil o con algún despertador electrónico. Básicamente, consiste en despertarnos de manera progresiva. Para ello, podemos ayudarnos de diferentes alarmas donde el sonido se vaya haciendo más intenso poco a poco.

3- Mantén una correcta higiene del sueño

Con el descanso, todo parte de lo mismo. Para mantener una buena rutina del sueño debemos que dormir en la mejor cama posible, acostarnos y despertarnos siempre a la misma hora, mantener los dispositivos electrónicos alejados de una habitación que esté lo más insonorizada posible y que no se vea afectada por iluminación artificial.

4- Ejercicio físico

Ya hemos hablado de la asociación entre la luz y los ritmos circadianos. Algo que también podemos aplicar al ejercicio físico. Es importante mantener una rutina deportiva de manera diaria, pero que nunca abarque las últimas horas del día o activará nuestro cuerpo, empeorando así la conciliación del sueño.

5- Come sano y equilibrado

Cualquier cena copiosa dificultará la digestión, un proceso de nuestro cuerpo que no es un buen aliado del descanso. ¿Cuántas veces has dado vueltas y vueltas en la cama porque te pesaba el estómago? ¿Y cómo afectaba eso tu despertar?