Por qué hibernan los animales

Mar 7, 2021 | ANIMALES, CURIOSIDADES

Cuando llega el invierno, ¿qué hacemos los seres humanos? Sacamos los mejores abrigos, ponemos la calefacción a tope, duramos más de lo necesario bajo el agua ardiente de la ducha, nos alimentamos a base de sopas, cafés e infusiones y, por supuesto, cubrimos nuestras camas con los mejores nórdicos del catálogo Maxcolchon. Pero, ¿y el resto de la fauna de este planeta? ¿Qué pasa con ellos? ¿Hibernan todos los animales? Explicamos este curioso fenómeno de la naturaleza.

¿En qué consiste la hibernación?

Aunque no todas, muchas especies animales sobreviven a los largos inviernos (las presas y comidas escasean) de la misma manera: hibernando. O lo que es lo mismo, entran en una especie de estado catatónico donde lo único que casi hacen es dormir y esperar.

Ya que carecen de los maravillosos equipos de descanso con los que contamos nosotros, los animales buscan sus refugios selectos y ya “bicheados” donde los convierten en sus guaridas secretas y acogedoras. De esta manera es como pasan las largas jornadas invernales. Esas donde la Naturaleza no hace prisioneros y sus condiciones climatológicas son sinónimo de bajísimas temperaturas. En definitiva, la supervivencia se convierte más que nunca en el único objetivo de estas especies animales.

Pero, ¿qué sucede cuando uno de estos representantes de la fauna del planeta entra en este estado de hibernación? ¿Simplemente duermen? ¿No se alimentan? ¿Todas las especies lo hacen igual?

En las famosas siestas prolongadas perpetradas por los animales de la Tierra, estos sufren una serie de cambios metabólicos de gran impacto. Por un lado, el ritmo cardiaco de las especies suele reducirse notablemente. Así mismo, la temperatura corporal y la respiración también se ralentizan hasta límites que el ser humano no puede entender.

La hibernación no deja de ser la respuesta animal a los cambios estacionales y climatológicos. A menor suministro de alimentos, la inteligencia de la naturaleza les permite una supresión metabólica que deriva en el descenso de la temperatura corporal. O lo que es lo mismo, la puerta de entrada a un letargo tan similar al sueño que no deja de ser dormir.

Solo así, con este descenso extremo de ciertas habilidades fisiológicas, los animales pueden resistir días o (incluso) semanas sin alimentarse, beber y, por supuesto, hacer sus necesidades. Solo dormir. Obviamente, estos periodos acaban teniendo bocanadas de aire en forma de pequeños momentos de vigilia para realizar las actividades anteriormente citadas.

¿Hibernan todas las especies de animales? ¿Es solo cosa de reptiles o mamíferos?

Es posible que cuando pienses en el fenómeno de la hibernación te vengan a la mente los osos. Por alguna razón es el primer animal en el que pensamos cuando hablamos del invierno y las siestas animales. Sin embargo, la hibernación no es única de esta especie tan bonita a la par que feroz. Existen otros mamíferos que son conocidos por sus inviernos en pausa.

Desde especies tan exóticas como los lémures de Madagascar hasta animales más de andar por casa como los roedores, los murciélagos e incluso ciertos primates, son reconocidos por sus inviernos de mantita y sofá. Y por supuesto, las marmotas.

Saliendo de los mamíferos, encontramos que ciertas especies de anfibios, repites, peces e incluso aves también sobreviven a los inviernos a través de este fenómeno de la naturaleza.

Aunque podríamos limitar supervivencia animal durante la hibernación a la cantidad de grasa que van acumulando las especies durante el resto del año, la realidad no es tan simple y sencilla. Y si decíamos que los mamíferos sufren una mayor ralentización de su actividad, también variará según qué tipo de animal. Por ejemplo, mofetas, mapaches y algunas clases de ardillas manifiestan un sueño relativamente ligero que puede ser interrumpido con facilidad. Aunque duermen la mayor parte del día a causa de las bajas temperaturas y la escasez de comida, también se permiten despertarse si el tiempo les concede una tregua.