Noche de San Juan: Conoce los mejores rituales y secretos
La Noche de San Juan es mágica y especial por muchos motivos. Quizás por su duración (es la más corta de todo el año), ya la tomamos con una intensidad diferente. Además, está la historia detrás de su origen, la importancia que le ha dado la cultura popular y, sobre todo, esos rituales con la que la impregnamos. Y, por si fuera poco, esconde una serie de secretos que la hacen más apasionante.
Los rituales más comunes de la Noche de San Juan
Saltar por encima de una hoguera
La imagen más icónica de la Noche de San Juan. Cada año, miles y miles de personas se acumulan en lugares naturales como las playas y el campo. En ellos, encienden sus hogueras, alguien saca una guitarra y, tras horas de canciones, llega la medianoche. Es el momento de saltar la hoguera para que San Juan cumplan nuestros deseos. A partir de ahí, la geografía española se divide en cuanto al número de saltos. Siete, ocho, nueve… Da igual, lo bonito es el reto y el ritual.
Saltar las olas del mar
No sabemos si es tan popular como el hecho de saltar por encima de una hoguera, pero seguro que es menos arriesgado. En todos los lugares con costa, la tradición parece mandar que San Juan es sinónimo de playa. Y como un acto reflejo convertido en ritual, saltar las olas del mar para que se cumplan nuestros deseos. Si miramos la tradición, tenemos que saltar nueve veces y de espaldas al mar.
Meterse en el agua del mar a las 12 de la noche
Otro ritual que solo es válido para aquellos que viven en el litoral (aunque quizás se pueda realizar a la orilla de un río). Otro de los rituales más habituales de la Noche de San Juan es darse un buen chapuzón justo cuando se van a cumplir las doce de la noche. Una tradición con su propio secreto: al meternos en el agua del mar, purificamos las energías negativas y llamamos a la salud.
Poner tres patatas debajo de la almohada
¿Pensabas que el único ritual que tenía una almohada como protagonista es el del Ratoncito Pérez? Te equivocabas. Aunque pueda resultar un poco molesto (y no es nada recomendable extenderlo más allá de la Noche de San Juan), la tradición dictamina que hay que poner tres patatas debajo de nuestra almohada. Según la cultura popular, nos traerá prosperidad y buena suerte. Siguiendo la tradición, hay que cumplir con los siguientes requisitos: una de las patatas tiene que estar entera, la segunda rasgada y a la tercera hay que quitarle la piel. ¿Qué pasará al día siguiente? Tenemos que meter la mano bajo la almohada y, según la patata que saquemos, nuestro futuro quedará sellado. Por ejemplo, la patata rasgada significa un año muy movido, con momentos buenos y malos. La patata entera, es tranquilidad y prosperidad. Por último, aconsejarte que no saques la patata pelada. Es sinónimo de mala suerte y un mal año.
Lávate la cara a medianoche
Este ritual es muy común en algunos lugares de Andalucía, sobre todo los pueblos de interior. Básicamente, tienes que lavarte la cara justo cuando se cumplan las doce de la noche. Eso sí, no lo hagas mirándote al espejo. Ni siquiera cuando ya te has lavado.
¿Qué gran secreto esconde esta noche tan mágica?
La leyenda popular y pagana data el origen de esta fiesta en el miedo que originaba la oscuridad. La población de la Edad Media asociaba la noche a esa penumbra terrorífica. En respuesta a ello, crearon una costumbre. Un ritual donde celebrar la luz y, por tanto, el Sol. Pero como tenían que vencer su propio miedo, asociaron la tradición a la propia noche.
Sin embargo, el verdadero secreto de la Noche de San Juan está en su verdadero origen. Proviene de la mismísima Biblia. El día que nació San Juan Bautista, su padre de nombre Zacarías encendió una hoguera para anunciar la llegada al mundo de su hijo. El paso del tiempo hizo que la religión cristiana se apegara a esta celebración, convirtiéndola en una gran tradición popular que traspasa fronteras.
