Las alegrías que aporta el protector del colchón impermeable

Mar 2, 2021 | DORMITORIO, PRODUCTOS

Humedad. Polvo. Ácaros. Hongos. Restos de piel. Cabellos. Derramamiento de líquidos. Suciedad en general. Las vicisitudes que puede afectar a tu cama se cuentan por decenas, pero, ¿y las qué puede soportar? Porque los colchones no son superhéroes imbatibles y tenemos que ayudar a prologar su vida útil. Para ello, nada mejor que apostar por un protector de colchón impermeable. Como su propio nombre indica, nos cuidará de elementos antihigiénicos como el moho, luchará por nuestra salud y mantendrá impecable el estatus de nuestro modelo de colchón.

¿Por qué son tan importantes las fundas protectoras?

La falta de higiene, unida a ciertos contratiempos, es el principal escollo al que tendremos que enfrentarnos cuando hablamos del mantenimiento de nuestro colchón. Un cuidado que, en orden piramidal, tendrá que comenzar desde la propia conservación del colchón, pero que debería ir dando pasos hacia el resto de la cama, dormitorio e incluso vivienda. Un mimo y acicalado en la protección de nuestro colchón que le haga no perder sus prestaciones para combatir contra la aparición de ácaros, polvo, moho y demás suciedad. Y para conseguirlo, nada mejor que un elemento disuasorio contra la proliferación de estas bacterias antihigiénicas: las fundas y los protectores de colchón.

Los protectores y cubrecolchones suelen estar elaborados con tejidos muy tupidos que ayudan a evitar la aparición de ácaros en colchones y otros elementos del descanso como almohadas. Gracias a su protección, nuestra piel deja de estar en contacto con el polvo y la suciedad, evitando así alergias y otras molestias que dificultan el descanso.

Desgranando los tipos de protectores que podemos encontrar, podríamos dividirlos en dos categorías. En primer lugar, existen los modelos cuyos protectores de colchón resultan integrales. Es decir, cubren el colchón por todas sus caras y cuentan con un cierre de cremallera. En el otro extremo, observamos que hay cubrecolchones que se colocan en el colchón sujetándose por sus esquinas, como si fueran la típica sábana bajera. Respecto a sus prestaciones, a pesar de que todos protegen nuestro colchón, no todos son impermeables. Es por ello que lo ideal es apostar por estos modelos ya que cuidarán la cama de cualquier tipo de derramamiento de líquidos.

Existe un protector de colchón para cualquier etapa de tu vida

Aunque podemos asociar los protectores (sobre todo los impermeables) para un uso infantil o de gente anciana, la realidad es bien distinta. A un nivel más amplio, las funciones y prestaciones de estos cubrecolchones son válidas para cualquier tipo de edad. Independientemente de nuestras condiciones físicas o etapas vitales, sus características higiénicas los convierten en un elemento imprescindible para nuestro correcto descanso.

Si bien es cierto que prácticamente resultan obligados para niños, personas mayores o usuarios que están convalecientes de alguna enfermedad o accidente, las fundas transpirables también funcionan para el resto de población. Sin ir más lejos, todos esos durmientes que se despiertan cada día con una sensación de cansancio y fatiga al levantarse, van a necesitar las cualidades de una funda protectora para mitigar ese mal descanso. ¿Los motivos? Es más que probable que una de las causas por los que no se está conciliando correctamente el sueño sea debido a la presencia de ácaros en nuestro colchón.

No importa la edad que tengamos, al final del día todos nos acostamos en colchones donde pueden estar esperándonos estos ácaros y elementos antihigiénicos. Bichitos diminutos e inapreciables que no solo deterioran nuestro colchón, sino que son los culpables de la mucosidad que padecemos. O de la presión pectoral que sufrimos al dormir. O de las decenas de estornudos que también despiertan a nuestra pareja, algo que no la mejor independencia de lechos no puede subsanar.

El protector de colchones combatirá la proliferación de los causantes del picor, el asma, las alergias, los problemas respiratorios y los ojos enrojecidos que tanto dificultan el sueño.