¿Es normal tener insomnio en otoño?

Oct 16, 2021 | INSOMNIO, TRASTORNOS DEL SUEÑO | 0 Comentarios

Los cambios de estación pueden significar también en otros cambios en nuestro día a día. En concreto, la llegada del otoño se caracteriza por llevar consigo un cambio de hora, cambio de temperatura, cambio en nuestra rutina diaria… Incluso cambio de ropa en el armario.

Todos estos cambios no nos dejan indiferentes y, como es normal, nuestra rutina de sueño también es susceptible de verse afectada. De hecho, con el cambio de estación, resulta habitual que los casos de insomnio crezcan.

El insomnio en otoño: un problema de lo más habitual

Tener insomnio en otoño es algo bastante común. Pero, ¿por qué? Parece que, con el cambio de temperatura, nuestro ritmo de sueño se ve afectado. El problema es tal que ha sido ampliamente estudiado por la comunidad científica.

Tal como explica el doctor Diego García Borreguero, director del Instituto de Investigación del Sueño, “la disminución de horas de luz y los cambios en el ritmo de vida que se producen con la llegada del otoño pueden provocar alteraciones en el reloj circadiano dando lugar a la aparición del insomnio”.

Y es que tal es el problema que, según los expertos, el porcentaje que sufre insomnio crónico en la población es de un 8 a un 10 por ciento. Por su parte, aquellos que presentan insomnio transitorio, o lo que es lo mismo, dificultades para dormir durante 3-4 semanas, ocupan del 30 al 40 por ciento de la población.

Causas del insomnio en otoño

Al parecer, según la investigación al respecto, son varias las causas que llevan a la aparición de los problemas de sueño con el cambio de estación. En concreto, según apunta Yolanda de la Llave, psicóloga del Instituto de Investigación del Sueño, el mayor responsable de la mayoría de los desvelos nocturnos parece ser el estrés laboral que tiende a acumularse tras las primeras semanas después de vacaciones.

Al estrés laboral le siguen las preocupaciones personales (como pueden ser las relacionadas con la pareja, los hijos, la hipoteca…) y del malestar físico. Sin embargo, el otoño en sí también puede ser algo responsable de que nos cueste más dormir. Esto es debido a:

  • La disminución en las horas de luz.
  • Los cambios que tienden a darse en el ritmo de vida con el cambio de estación.
  • Las alteraciones que se producen en el reloj circadiano.

Todo esto, además del insomnio, también podría tener consecuencias sobre nuestra vitalidad. De hecho, existe un trastorno denominado astenia otoñal.

insomnio en otoño

La astenia otoñal

La astenia otoñal se caracteriza por ser un problema que surge con la llegada del otoño, y que se caracteriza por sensaciones de cansancio y debilidad persistentes. Estas sensaciones, como es normal, afectan al rendimiento diario de quienes la padecen.

Al parecer, todos estos cambios y sensaciones vendrían dados por las dificultades que presenta el organismo de adaptarse a los cambios que el otoño trae consigo. Esto hace que nuestro rendimiento, nuestra energía e incluso nuestra motivación se vean afectados y puedan tener consecuencias negativas incluso sobre nuestras relaciones afectivas.

 En concreto, este tipo de desorden, que también puede producirse en otros cambios de estación, parece que tiene algo que ver con la producción de melatonina, una hormona clave en el sueño, responsable de que tengamos ganas de dormir. Al parecer, la luz podría influir en su producción, y los cambios en la duración de la radiación solar podrían influir en su secreción, así como en la de la serotonina.

Aún así, tal como apuntan los expertos, no debe confundirse este estado, que se considera una situación limitada en el tiempo, breve y corta, con estados crónicos que requieren otros tratamientos.

En cualquier caso, también es importante destacar que este desorden no es una enfermedad, sino una serie de síntomas que aparecen junto con el cambio de estación, en este caso con la llegada del otoño.

Como ves, resulta totalmente normal y más habitual de lo que creemos el hecho de sufrir insomnio en otoño. Llevar unos hábitos de vida saludables así como una dieta equilibrada podrían ser de ayuda para tratar de prevenirlo. En cualquier caso, si este problema te ocurre de forma crónica, te recomendamos que acudas a un especialista en busca de ayuda. ¡Tu descanso es primordial para tu salud!