¿Dormir más en fin de semana puede alargar mi vida?

Feb 21, 2020 | CONSEJOS, DESCANSO

Una situación cotidiana con la que te vas a sentir plenamente identificado: son las once y media de la noche del jueves y, junto a tu pareja, llevas dos capítulos seguidos de tu serie favorita. La trama te tiene enganchadísimo y el final del último episodio ha sido tan épico que ha dejado, literalmente, al protagonista colgando de un precipicio. Miras la hora y piensas en el despertador de mañana. Sonará a las siete pero necesitas saber qué va a pasar con nuestro héroe. Te quedas pensando durante unos segundos y al final le das al botón del play. ¿Por qué? Porque tú mismo te has contestado con un: “da igual, podré dormir el fin de semana”.

Aunque este hábito haya sido multiplicado por el binge watching (término anglosajón con el que se conoce a los maratones de series) con el que nos atrapan las plataformas como Netflix o HBO, ha sido habitual desde hace décadas. Nuestro ritmo de vida, auspiciado por el hecho de que en España acabamos las jornadas laborables bastante tarde (hay comercios que cierran pasadas las 22:00 de la noche), las cenas sean tardías y el prime time televisivo ya comience a las 23:00, nos lleva a acostarnos tarde y, por tanto, dormir poco.

Esta mala práctica nos ha llevado a un pensamiento recurrente: recuperar las horas de sueño durante el fin de semana. Aprovechar esos sábados y domingos donde el despertador solo es un elemento decorativo de la habitación para dormir hasta que algún elemento externo (ruidos de la calle, llamadas de teléfono o el hambre) nos despierte.

Si bien es cierto que los fines de semana tenemos el lujo de obviar el despertador y dormir todas las horas que queramos, la realidad biológica no dictamina que esto sea algo positivo para el organismo.

Además de cumplir con las ocho horas recomendadas, y la elección de un colchón adecuado que se adapte a tus necesidades, también es importante seguir una rutina. No llevar un horario fijo puede provocar problemas en nuestra salud, en especial con el metabolismo que puede llegar a concluir en enfermedades.

Con todo esto no queremos decir que no puedas permitirte el lujo de dormir más horas cuando la dictadura del despertador no apremia, pero sí resultará un inconveniente para tu salud si vas incumpliendo tus horarios en días laborables mientras piensas lo ya comentado de: ya dormiré el fin de semana.

Al final, en el punto medio siempre solemos encontrar el equilibrio. Intentar dormir las ocho horas recomendadas todos los días de la semana sería lo ideal. En el caso de no poder cumplirlo por las distintas situaciones laborales o de conciliación familiar que podamos tener, es más recomendable no pasarse los fines de semana y sí suplir la carencia del sueño con pequeñas siestas diarias que no excedan nunca los treinta minutos.