Descanso y rendimiento académico

Nov 9, 2021 | DESCANSO | 0 Comentarios

Empieza el curso académico y, con ello, un cambio de rutina drástico que nos obliga a estar preparados para el nuevo día a día. Esto puede ser complicado para muchos, que en vez de tratar de acostarse más pronto, posponen la hora de irse a dormir para poder llevar a cabo algunas de las tareas pendientes.

Esto, aunque pueda parecer algo de poca importancia, puede tener consecuencias nefastas en nuestro descanso, como es normal, pero también en nuestro rendimiento académico. Y es que ambos se encuentran estrechamente ligados.

Descanso y rendimiento académico: ¿Cómo se relacionan?

Es bien sabido que no dormir bien puede tener consecuencias nefastas en nuestra salud a largo plazo. Sin embargo, a medio y corto plazo también puede resultar en efectos negativos sobre todo en lo que respecta a nuestro rendimiento cognitivo.

Y es que es muy probable que, si la noche anterior no hemos dormido bien, al día siguiente nos cueste más trabajar. De hecho, la investigación al respecto lo avala: una revisión de estudios por parte de la Revista de Neurología publicó en 2020 que “un sueño inadecuado afecta negativamente al rendimiento académico de los estudiantes universitarios”.

Según esta investigación, un sueño de mala calidad o insuficiente puede tener como consecuencia la somnolencia. A su vez, esta presenta repercusiones en las funciones cognitivas, lo que tiene un efecto claro sobre el rendimiento académico.

Además, los autores explican que parece haber tres tipos de personas en lo que a sus horarios se refiere: en primer lugar, encontramos a las personas matutinas, que tienden a despertarse temprano y acostarse pronto; después hay quienes son vespertinos, que suelen despertarse y dormirse tarde, y por último a todas aquellas personas que se encuentran en medio.

Lo que parece claro, tal como se explica en el artículo mencionado, es que la regularidad del sueño es un factor que contribuye a un mejor rendimiento académico. Así, los autores concluyen que un sueño insuficiente, el sueño irregular y la mala calidad del sueño repercuten negativamente en el rendimiento académico.

Descanso y rendimiento académico

Pero, ¿qué podemos hacer ante esto? ¿Cómo revertir las consecuencias negativas de un mal descanso en nuestro rendimiento académico?

Medidas para que el descanso no interfiera en el rendimiento académico

Si crees que el descanso puede estar interfiriendo en el rendimiento académico de tus hijos, puede que necesites tomar medidas al respecto y poner ciertos límites al desorden rutinario. Te damos algunos consejos que podrían servirte para ello:

Empezar una rutina temprana

Si son de los que se esperan hasta el último minuto para levantarse, lo mejor es que esto cambie cuanto antes si quieres que descansen mejor y que su rendimiento académico también se vea favorecido.

En este sentido, el hecho de llevar una rutina temprana podría ser de mucha ayuda. Cuanto antes nos levantemos a hacer cosas, nuestro cuerpo antes se activará. Esto podría desencadenar, a su vez, que estemos más cansados por la noche y nos acostemos antes.

Ejercicio físico

Incluir el ejercicio físico en el día a día podría mejorar nuestro descanso y, por ende, nuestro rendimiento académico. De hecho, los estudios lo avalan: los expertos recomiendan realizar ejercicio físico para aliviar nuestra ansiedad y conseguir bienestar.

En concreto, según una investigación llevada a cabo por el doctor Fernando Maureira, especialista en Neurociencia, la aptitud cardiorrespiratoria o la práctica de ejercicio aeróbico suelen ser grandes potenciadoras del lenguaje y las matemáticas.

Aún así, parece que, al realizar ejercicio, nuestras funciones cognitivas se ven favorecidas y, con ello, nuestro rendimiento académico. Practícalo, si puedes, por las mañanas y por las tardes, nunca antes de dos horas de irte a dormir.

Ya ves que un gran responsable de bajo rendimiento puede ser nuestro descanso. Pon atención al cómo y cuánto duermes y, si lo ves necesario, toma medidas. ¡Dormir te ayudará!