Cosas que ayudan a dormir: mitos y verdades

Ene 9, 2020 | CONSEJOS, DESCANSO

Hay muchos mitos y verdades acerca de las cosas que ayudan a dormir de forma plácida, conciliando el sueño en el menor tiempo posible. Nuestro objetivo va a ser el de analizar cada una de las alternativas más populares, afirmando o desmintiendo el efecto que pueden causar sobre nuestro sueño, ya que es esencial que aprendamos a descansar bien para disfrutar de una buena calidad de vida.

Soñar despierto, una de las cosas que ayudan a dormir mejor

Vamos a empezar con una de las cosas que ayudan a dormir que seguramente te parecerán un tópico, pero en realidad funciona más de lo que podamos pensar. El objetivo en este caso es aprender a soñar antes de empezar a dormir. Nos referimos precisamente a todo aquello en lo que pensamos cuando comenzamos a conciliar el sueño.

Es habitual que comentamos el error de empezar a pensar en esas tareas que no hemos terminado, en cómo vamos a llegar a final de mes, en qué hacer para solucionar ese problema que tanto nos agobia… Pero todo esto, lo único que hace es que dificultemos la entrada del sueño, además de que va a motivar que nuestro descanso no sea tan bueno como debería. Por esa razón, lo mejor es pensar en cosas bonitas. En definitiva, algo que nos permita desarrollar una pequeña historia con nosotros mismos como protagonistas, y antes de que empiece el anochecer, ya veréis cómo os habéis quedado dormidos.

Una buena ducha antes de dormir

Una ducha con agua caliente es la mejor forma de hacer más lento el metabolismo, de manera que nos va a ayudar a dormir.

Las manos y los pies siempre calientes

Esto nos ayudará a dormir mucho mejor gracias a la dilatación de los vasos sanguíneos, lo cual hace que aumente el calor en las extremidades y se reduzca en el tronco, lo que favorecerá el descanso.

El agua fría reduce el estrés y minimiza el consumo de oxígeno

Si no puedes dormir por el estrés, la ansiedad y los nervios, el impacto con el agua fría en tu cuerpo te ayudará a reducirlos, ya que nuestro cuerpo reacciona con una inmediata reducción de presión sanguínea, frecuencia cardíaca y consumo de oxígeno.

Esto se debe a que es un sistema que utiliza para garantizar nuestra estabilidad y supervivencia dentro del agua.

Haz un poco de ejercicio físico antes de ir a la cama

Practicar un poco de ejercicio y después ducharnos, va a ser una forma fantástica de motivar el sueño y reducir la ansiedad y el estrés. Recuerda ducharte con agua templada para aumentar la relajación.

La música puede ser un buen aliado

Eso sí, procura que sea música clásica; ideal si tiene un tempo de 60 o similar. Empezaremos a escucharla una hora antes de ir a dormir.

Lee antes de dormir

Este es un truco que funciona a la mayoría, aunque tampoco es infalible. Hay ocasiones en las que nos va a ayudar a conciliar el sueño, mientras que en otras, si el libro es muy interesante, puede acabar empujándonos a atrasar el sueño más de lo que debería. Por ello, en cuanto empieces a notar que te quedas dormido, tienes que dejarlo y ya lo seguirás leyendo mañana.

Relájate antes de acostarte, otra de las cosas que ayudan a dormir

Hay distintas técnicas para relajarnos, pero la 4-7-8 es una de las más recomendables. Hacemos una inspiración de cuatro segundos, retenemos durante siete segundos y espiramos durante ocho. Recuerda que tiene que ser respiración diafragmática.

Se duerme mejor con temperaturas más bajas

Tener la habitación a una temperatura entre 15 ºC y 19 ºC ayuda a conciliar el sueño.

Si no concilias el sueño, levántate y haz alguna cosa

En el caso de que nuestro insomnio sea habitual y frecuente, debemos evitar quedarnos en la cama con los ojos como platos. Nos levantaremos y haremos cualquier cosa durante unos minutos, y después volvemos a probar. El objetivo de esto es evitar que asociemos la cama a algo distinto al hecho de dormir.

Todas estas acciones van enlazadas a la utilización de un colchón cómodo y adaptado a ti. Si lo tienes en cuenta, te van a permitir no solo descansar, sino lograr que tu cuerpo se recupere de forma efectiva tanto desde la perspectiva física como de la psicológica.