Consejos para disfrutar de tu siesta de verano

Jul 18, 2019 | CONSEJOS, DESCANSO | 0 Comentarios

Se llama siesta a la costumbre de dormir unos minutos (entre 20 y 30) después del almuerzo con el objetivo de renovar energías para afrontar el resto de la jornada. Muy saludable durante todo el año, es la siesta de verano la que más necesaria puede parecernos ya que el calor y las copiosas comidas nos provocan frecuentemente una mayor somnolencia.

El origen de la palabra siesta se encuentra la hora «sexta» de la Antígua Roma, correspondiente al mediodía, cuando se realizaba una pausa en el trabajo con el fin de reponer fuerzas.  Costumbre muy extendida en los países de habla hispana, aunque también en Oriente y norte de África, es España el considerado como país de la siesta por antonomasia. Algunos de los turistas extranjeros que nos visitan cada verano sólo saben 2 palabras en español: paella y siesta.

La explicación biológica de la siesta se debe a que después de comer aumenta el nivel de glucosa, que desemboca en más sueño y menor nivel de alerta

La explicación biológica de que tengamos sueño después de comer es que nos aumenta el nivel de la glucosa y esto disminuye el nivel de orexina, que es la hormona que nos mantiene alerta. Personajes como Winston Churchill y Albert Einstein se declararon entusiastas de la siesta, aunque si hay que buscar a un auténtico apologista de esta costumbre debemos recordar a nuestro Nobel de Literatura Camilo José Cela, que la consideraba casi como una religión.

Beneficios de disfrutar de una buena siesta de verano

Es recomendable no dormir más de 30 minutos, ya que más tiempo podría provocarte un trastorno del sueño y no dejarte dormir por la noche.

  • Previene cardiopatías y reduce la tensión arterial, ayudando a reducir la ansiedad y el estrés y a tonificar los músculos.
  • Facilita la concentración, la creatividad y el aprendizaje, siendo por eso muy adecuado tanto para trabajadores como para estudiantes echar una cabezadita para poder rendir adecuadamente por las tardes. Si te ha tocado quedarte en la oficina o tienes alguna asignatura pendiente para septiembre te vendrá de perlas.
  • Mejora los reflejos, llegando a duplicar los niveles de alerta y reduciendo los errores en distintas tareas, como conducir. Si estás de viaje con la familia y paras para comer en alguna estación de servicio, no dudes en tomarte tu media hora de siesta a la sombra antes de reanudar el trayecto.
  • Fomenta la positividad y mejora el estado de ánimo, aumentando nuestros niveles de serotonina y proporcionándonos una sensación de bienestar y satisfacción.
siestas de verano

Cómo disfrutar de una siesta de verano reparadora

 

Después de ver los extraordinarios efectos beneficiosos de una buena siesta en nuestra salud, vamos a ver cómo debe uno echar una cabezadita. Por lo pronto, nunca eches una siesta de verano al sol. En ocasiones podemos ver en la playa a personas a las que no se les ocurre otra cosa que dormir sin ningún tipo de protección al mediodía, con lo que se juegan una insolación e incluso quemaduras serias en la piel.

Busca un lugar cómodo, con poca luz y poco ruido y, en la medida de lo posible en verano, con una temperatura agradable. Es preferible que subas a la habitación del hotel si estás de vacaciones. Descansa entre la una y las cinco de la tarde. Una siesta posterior podrá darte problemas para dormir adecuadamente por la noche. Por último, procura dormir la siesta sentado antes que acostado, especialmente si padeces de problemas gástricos, que empeoran en posición horizontal.