Consejos para adaptarse a una nueva almohada – Maxcolchon

Mar 2, 2020 | DORMITORIO, PRODUCTOS

Si bien es cierto que al comprar una almohada existe un tiempo de adaptación a la nueva superficie, saber qué opción elegir puede ser clave para adaptarnos debidamente a nuestra nueva almohada. Para escoger una almohada hay que tener en cuenta desde los hábitos de sueño hasta la complexión física de cada uno. Muchas personas compran o utilizan almohadas contraproducentes para su descanso sin saberlo. A continuación te damos tres consejos elementales para adaptarte con éxito a tu nueva almohada.

1. Probar distintas almohadas

Muchas veces el no adaptarse con éxito a una almohada puede deberse a una mala elección en la compra por no haber probado en persona la almohada. Podemos distinguir que no nos hemos adaptado debidamente a una almohada si tras al menos dos semanas durmiendo con ella nos despertamos con molestias en los hombros, dolores cervicales e incluso cambios de humor.

No basta con probarla palpando su textura, es importante que nos acostemos y pasemos unos minutos en nuestra posición de sueño habitual. Al probar una nueva almohada todas dan la primera sensación de comodidad pero tras varios minutos podremos sentir si realmente se adapta a nuestros hábitos de sueño. Además, es importante comparar alturas y distintos materiales antes de adquirirla.

El mejor truco para saber cuál es la altura de la almohada ideal es pegar el hombro a la pared y medir el hueco que queda entre la oreja y la misma. Aunque como siempre, la elección de este producto se basa en la percepción al probarla.

2. El tamaño ideal para tu almohada

Para adaptarnos a ella de la mejor forma posible, se recomienda que una almohada siempre supere la longitud de hombro a hombro. Pero por otro lado, su altura o grosor puede variar según la postura del durmiente. Te explicamos qué almohada se adapta mejor a tu descanso según tu posición al dormir:

  • La almohada baja (10 centímetros o inferior), esta recomendada para aquellos que duermen boca abajo, y también para los niños pequeños, aunque en ambos casos los especialistas recomiendan no dormir boca abajo.
  • Las almohadas medianas (entre los 12-13 centímetros), están diseñadas especialmente para aquellos que duermen boca arriba sobre su Si se duerme en esta posición se recomienda no usar almohadas altas, ya que la función de la almohada es rellenar el hueco entre la superficie del colchón y nuestro cuello, alineando la columna.
  • Las almohadas medio-altas (15 centímetros o superiores). Resultan idóneas para aquellos que duermen hacia un lado, ya que mantienen la cabeza y el cuello alineados respecto al eje de la columna.

3. Cada material se adapta de forma diferente

No todos los materiales responden ni se adaptan a nosotros del mismo modo. Tradicionalmente, los rellenos de las almohadas estaban hechos a partir de productos naturales como las plumas de aves. Sin embargo, hoy en día se han incorporado muchos materiales a su producción, y podemos encontrar una gran variedad de productos.

  • La principal ventaja de la viscoelástica en el mundo del descanso es su capacidad para adaptarse a la forma del cuerpo que ejerce una presión sobre ella. Al principio pueden resultar un poco rígidas aunque se adaptan con facilidad con el uso diario, absorbiendo el calor corporal y moldeándose a nuestro cuerpo.
  • Las almohadas de fibra resultan más mullidas, por lo que son ideales para quienes prefieren un mayor hundimiento en la almohada. No obstante pueden dar demasiado calor y suelen acabar quedándose planas con el paso del tiempo.
  • Las almohadas de látex se recomiendan para personas que se mueven mientras duermen, aunque no para aquellos que duermen boca abajo. Esto es debido a que al aplicar presión, la altura de la almohada no cambia sustancialmente, y en esa posición el cuello puede sufrir. Las almohadas de látex son la mejor opción para las personas que acostumbran dormir de lado, ya que cubre con creces el hueco entre el hombro y la cabeza.

Además, si padeces alguna patología en la zona del cuello, puedes preguntar a los especialistas de Maxcolchon por las almohadas cervicales. La forma de tu curvatura fisiológica determinará qué tipo de almohada se ajusta mejor a tus necesidades.

Por último, hacer hincapié en que no es recomendable compartir almohada, ya que cada persona tiene sus propios hábitos de sueño y la almohada debe adaptarse a la morfología de cada persona. Así que, en el caso de dormir en pareja, es preferible que cada uno tenga su propia almohada.