Complementos para mejorar las relaciones sexuales
Dentro del mundo del descanso y del placer, cada vez es más demandado el uso de complementos para las relaciones sexuales. La vida sexual es hoy día un factor indispensable desde el punto de vista de la salud y el confort, y las exigencias respecto a la calidad de los productos relacionados con ella van en aumento.
El secreto de una vida sexual sana y activa consiste en incorporar el acto sexual en nuestra vida cotidiana de un modo seguro, natural y confortable. Cuanto más fácil y accesible nos resulte más lo practicaremos, redundando en una mejora general no solo de nuestra higiene sexual sino de la salud en general. Un elemento clave para iniciarse en el confort para las posturas sexuales es la almohada postural.
¿A quién va dirigida la almohada postural como complemento en las relaciones sexuales?
La almohada postural es ideal para ser utilizada por parejas con gran diferencia de altura o peso, y para aquellas que deseen experimentar nuevas posturas sin comprometer su sistema musculoesquelético. Es muy característico su uso por el miembro de la pareja que tiene menos altura, y muy necesario para aquellos que tienen sobrepeso.
Para personas con problemas de flexibilidad, condiciones traumatológicas y reumatológicas y, en definitiva, cualquier compromiso del aparato locomotor, este tipo de complementos son grandes aliados para no renunciar a una agradable vida sexual. Conforme avanza la edad, el propio cuerpo irá demandando estas ayudas. Lo ideal es conocer las posibilidades que podemos encontrar, e ir adaptándolas de modo gradual y según nuestras propias necesidades y gustos personales.
Aquellos más atrevidos y para los que las sesiones sexuales se alargan en el tiempo, comprobarán que el uso de la almohada postural facilita los encuentros, haciéndolos más duraderos y permitiendo explorar opciones nuevas. Aquí los límites son únicamente los propios de cada pareja, y cada una descubrirá nuevos usos y posturas.
Posturas de uso y colocación de la almohada postural
Uno de los objetivos del uso de la almohada postural es, en ocasiones, alcanzar el orgasmo con mayor facilidad y de forma más intensa. De este modo, el diseño de la almohada postural permite utilizarla como soporte lumbar, tanto bocarriba como bocabajo. El soporte lumbar, es decir, de la zona baja de la espalda, facilitará una correcta posición de la pelvis y asegurará la zona de modo que nos permitirá adquirir la orientación deseada, evitando del mismo modo posiciones exageradas que pudieran ocasionar contracturas o dificultar el acto sexual.
Mantener las caderas ligeramente hacia delante, en las posturas descritas anteriormente, no solo hace más cómoda y más profunda la penetración, sino que deja el clítoris más expuesto, contribuyendo a la llegada al orgasmo.
Otro de los usos habituales es el que permite el apoyo del cuello, la parte superior del tronco y los brazos, cuando la mujer se encuentra bocabajo, ayudando a una mayor relajación y predisponiendo a la sensibilidad y al placer.
Además de estas, algunas de las posturas que mejoran considerablemente son aquellas en las que tanto hombre como mujer se encuentran bocarriba, con la nuca y los brazos en posición de relax y ligeramente elevados, de modo que el contacto visual y el acercamiento a la pareja es más accesible, sin forzar la musculatura del cuello.
En estas situaciones, la aproximación para las caricias y los besos es mucho más confortable, incluso durante la penetración. Estas ventajas se hacen muy evidentes cuando la mujer se encuentra encima del hombre, permitiendo un mejor contacto con su cara, tronco y brazos.
