Cómo aprender a madrugar

Jul 20, 2022 | DESCANSO | 0 Comentarios

Hay algunas personas para las que despertarse pronto resulta natural, sin embargo, no todo el mundo tiene la misma suerte…

Y tú, ¿eres de esas personas a las que se les hace un mundo despertarse pronto por la mañana? Si es así, es posible que necesites algunos consejos que te ayuden a cómo aprender a madrugar. ¡Nosotros te echamos una mano!

Cómo aprender a madrugar: 12 tips imprescindibles

Aprender a madrugar y despertarse temprano requiere compromiso, pero lo cierto es que incluso la persona menos madrugadora del mundo puede entrenarse para despertarse más temprano. A continuación te dejamos algunos consejos que te pueden ser de ayuda:

1. Desconecta antes de irte a dormir

Desconéctate de todos tus dispositivos electrónicos al menos 30 minutos antes de acostarte si quieres dormir bien. Acostarse más temprano sin las interferencias de la tecnología puede ser de gran ayuda para sentirse más feliz y con más energía al día siguiente.

2. Acuéstate más pronto

Entrenar al cuerpo para que se duerma más temprano puede ser de gran ayuda para levantarse antes todas las mañanas asegurándonos de haber dormido la cantidad de horas necesaria. La mayoría de los adultos deberíamos dormir entre 7 y 8 horas cada noche, ¡dormir menos podría traernos problemas!

3. Evita bebidas energéticas azucaradas y el café, sobre todo por la tarde

Las bebidas energéticas y el café pueden darnos el impulso adicional que necesitamos para trabajar, estudiar o simplemente seguir funcionando, pero ingerir grandes cantidades de azúcar o cafeína durante la tarde puede hacer que sea más difícil conciliar el sueño y permanecer dormidos.

Se ha demostrado que limitar el consumo de refrescos azucarados, bebidas energéticas y café nos lleva a hábitos de sueño más saludables. Intenta cambiar todos esos cafés del día por infusiones o simplemente agua.  

Cómo aprender a madrugar

4. Evita trasnochar

Saltarse una noche de sueño para terminar alguna tarea no es una buena opción. No solo puede provocarnos agotamiento la mañana siguiente, sino que la falta de sueño también puede inhibir la capacidad de nuestro cuerpo para funcionar correctamente.

Evita posponer las cosas para no tener que trabajar por la noche. Te darás cuenta de que la falta de sueño no vale la pena.

5. Silencia tu móvil

Apaga el timbre del teléfono o activa el modo “no molestar” antes de acostarte. Las notificaciones pueden despertarte en medio de la noche y tentarte a revisar el teléfono, lo que interrumpirá tu ciclo de sueño.

Ese mensaje de Whatsapp o vídeo en Facebook seguirá ahí por la mañana… ¡Hazte un favor y desconecta por completo cuando te vayas a dormir!

6. Duerme con las persianas levantadas

Deja tus persianas o cortinas ligeramente abiertas antes de irte a dormir. De esta manera, la luz del sol puede entrar y ayudarte a despertar de manera más natural. En días soleados, esta puede ser una muy buena estrategia.

7. Planea hacer ejercicio por la mañana

El ejercicio, o simplemente moverte un poco por la mañana, es otra forma de decirle a nuestro reloj biológico que es hora de despertarse.

8. Cuidado con la siesta

La mejor siesta es, como máximo, de 30 minutos de duración. Si tienes la costumbre de hacerla, es importante que no dure más tiempo del debido, y que no la hagas muy tarde: después de comer es el mejor momento.

9. Coloca tu despertador al otro lado de la habitación

Para evitar posponer la alarma, coloca el teléfono o despertador al otro lado de la habitación donde está tu cama. De esta manera, cuando suene la alarma, tendrás que levantarte sí o sí y no podrás posponerla: es un buen momento para levantarte definitivamente.

10. Adelanta tu horario de comidas

Lo mejor para disfrutar de un buen descanso es irnos a la cama evitando que nuestro estómago esté lleno. Si lo que queremos es aprender a madrugar, debemos acostarnos más pronto y, por tanto, cenar antes para asegurarnos un buen descanso.

11. Sé constante

A la hora de aprender a madrugar así como de comenzar nuevos hábitos en general, es importante ser constantes: tanto con nuestro horario de sueño como con el horario de comidas, así como con los rituales que realizamos antes de acostarnos.

12. Ten paciencia

Finalmente, recuerda que aprender a madrugar es un proceso. Es importante tener en cuenta que, aunque tengamos todos nuestros hábitos bajo control durante la mayor parte del tiempo, es posible que tengamos una mala noche de sueño de vez en cuando y esto nos impida madrugar. ¡Pero no tiene porqué destruir nuestro proceso!

Como ves, aprender a madrugar puede resultar difícil, pero no es imposible si seguimos una serie de pautas. Y tú, ¿lo has intentado alguna vez? ¡Esperamos que nuestros consejos te sean de ayuda!