Camas Montessori: Cómo elegirlas

Puede que nunca hayas oído hablar de ella, e incluso es posible que jamás hayas oído hablar de la filosofía que hay detrás de las camas Montessori. Para muchos, este tipo de camas se limitan simplemente a una opción estética como otra cualquiera, cuya forma además brinda tranquilidad, dado que impide que los pequeños se hagan daño si se caen de ella.

Sin embargo, lo cierto es que existe toda una filosofía detrás de las camas Montessori que vale la pena conocer. Te explicamos qué son las camas Montessori y cómo elegirlas.

¿Qué es una cama Montessori?

Lo cierto es que, técnicamente, no existe una “cama Montessori” en sí. Podemos encontrar camas inspiradas en los principios generales que componen el Método Montessori. La inventora, la Dra. Maria Montessori, creía que los niños prosperan cuando se les da la libertad de moverse y aprender de forma independiente.

Así, en términos generales, una cama Montessori es un colchón sin barandillas restrictivas alrededor, lo suficientemente cerca del suelo para que el niño pueda entrar y salir solo. Y es que, según esta filosofía, las cunas comunes restringen la capacidad del niño para moverse libremente.

Además, dependen de un adulto para salir de ahí, jugar o incluso practicar habilidades en su habitación, siendo que los primeros años de la vida son un momento en el que el movimiento físico es muy importante para los niños. Así, elegir una cama cerca del suelo puede alentarlos a continuar practicando sus movimientos de motricidad gruesa.

¿Son este tipo de camas seguras?

Aunque puede dar un poco de miedo eso de dejar al pequeño solo sin nada que lo sostenga durante el sueño, las camas en el suelo pueden tener muchos beneficios que no comprometen la seguridad, siempre que se tengan algunas consideraciones en lo que a la habitación se refiere.

Así, antes de utilizar la cama en el suelo, puede ser interesante evaluar si existen peligros que estarían al alcance del pequeño: tapar los enchufes, asegurar los muebles a las paredes y quitar los cables pueden ser medidas necesarias para asegurarnos de mantener la seguridad en la habitación del pequeño.

Una vez toda la habitación se transforma en un espacio seguro para el pequeño, utilizar una cama en el suelo puede ser muy beneficioso. Sin las restricciones de los listones de la cuna, los niños son libres de observar visualmente su entorno, hacer movimientos amplios que sus cuerpos anhelan de forma natural y pueden levantarse de su cama cuando sienten la necesidad de hacerlo.

Esta confianza en la autonomía ayuda a satisfacer la necesidad de independencia del niño pequeño, lo que aumenta su confianza. Y es que una vez que el pequeño sea más independiente y pueda andar, podrá despertarse y moverse solo para satisfacer sus necesidades: ya sea para usar el baño, beber agua o simplemente para comunicar que necesita algo de nosotros.

Esta libertad puede parecer abrumadora en algún momento, pero cuando se les da con límites saludables y seguros, muchos padres encuentran que esta libertad promueve la calma y el respeto. De hecho, esta libertad para moverse por la habitación puede hacer que los pequeños lloren menos.

¿Cómo elegir una cama Montessori?

Si bien existen camas específicamente fabricadas como camas Montessori, lo cierto es que no es necesario que nos lancemos a buscar específicamente una cama catalogada como cama Montessori (dado que pueden estar encarecidas solo por el hecho de tener esta etiqueta). Y es que adquirir una cama Montessori puede ser tan simple como hacer uso de un somier o base tapizada sin patas, que se apoye directamente en el suelo, para simular una cama Montessori.

Si el niño es mayor de 4 años, también podemos hacer uso de un canapé fijo sin patas para simular una cama Montessori. Un canapé bajo, de 15 centímetros, podría simular el efecto Montessori que buscamos para el pequeño. ¡Así de simple!

Y si también buscas un colchón para tu nueva cama Montessori, en Maxcolchon disponemos de uno especialmente fabricado para los más pequeños. Se trata de un colchón infantil que protege su desarrollo en cada etapa y que tiene en cuenta cada una de las necesidades que puede tener un niño en su descanso: un acolchado que acogerá su cuerpo perfectamente, una firmeza medio-alta, tecnología para evitar que se produzca la mutación celular de bacterias y viscoelástica de poro abierto.

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