Aprende a descansar mejor

Oct 8, 2020 | CONSEJOS, DESCANSO

Es una contradicción intrínseca al ser humano. Igual que nos sucede los fines de semana cuando tenemos más tiempo libre y podemos dormir alguna hora más (pero por alguna razón, casi nunca somos capaces), en verano nos ocurre lo mismo. Planificamos nuestras vacaciones, elegimos algún lugar para desconectar, fantaseamos con lo bien que nos va a venir para cargar energías, pero…una vez llegan los meses estivales, ni desconectamos ni conseguimos descansar mejor.

Aunque sabemos a ciencia cierta, a través de estudios y recomendaciones médicas, que dormir ocho horas al día nos reporta beneficios en nuestra salud y bienestar, los niveles de estrés, ansiedad o el ritmo de vida que llevamos no nos lo permite. Esta especie de insomnio moderno es un problema recurrente que cada vez afecta a un mayor número de personas.

Independientemente de la edad, procedencia o estilo de vida, las personas con problemas para conciliar el sueño acaban padeciendo problemas relacionados con la salud: estrés, ansiedad, trastornos psicológicos, hipertensión, ataques cardíacos, obesidad, diabetes, accidentes cerebrovasculares, pérdida de memoria, depresión, disminución de las funciones cerebrales, tasas más bajas de fertilidad y hasta un sistema inmunitario más débil.

El siglo XXI, con su velocidad incrementada, la importancia de las redes sociales, la competitividad laboral (y su precariedad), la conciliación familiar y los niveles de autoexigencia que nos imponemos, nos ha llevado a una obligación en la que nuestro cerebro siempre esté activo. Nos hemos visto forzados a establecer de manera peyorativa que eso de descansar es de perezosos y poco competitivos. Incluso en vacaciones. Por ello, es importante eliminar ese pensamiento (sobre todo en vacaciones) y volver a abrazar la correcta higiene del sueño. Descansar mejor será sinónimo de salud y de un estado perenne de alegría y felicidad.

Consejos para descansar mejor

Disponer del mejor equipo de descanso posible

Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, por lo que carece de toda lógica conformarnos con el primer colchón que encontremos en una oferta aleatoria que vimos un día en Instagram. Apuesta por las nuevas composiciones como el látex o la viscoelástica, por marcas fabricantes que ofrezcan todo tipo de garantías y, por supuesto, con el modelo de colchón que mejor se adapte a tus necesidades. Para ello, determina los niveles de firmeza o transpiración que benefician tu descanso, ten en cuenta los posibles problemas físicos que padezcas o tu fisionomía, si duermes solo o en pareja (importante la independencia de lechos) … Y utiliza nuestro Simulador de compra para ello.

Mantén una dieta sana y equilibrada

O, al menos, no abuses de las cenas copiosas que puedan perjudicar tu digestión. Si te acuestas con el estómago lleno, lo único que vas a conseguir es una sensación de pesadez que acabará inevitablemente en una noche de insomnio.

Evita el consumo de tabaco y alcohol

Aunque por razones médicas ya deberías establecerlo como normal, al menos evita su consumo a última hora. Sobretodo el alcohol también te va a provocar mala digestión y una mala conciliación del sueño.

Establece una rutina del sueño

El ser humano funciona muy bien a base de conductismo. Si estableces una rutina antes de irte a dormir, al cabo del tiempo tu cerebro lo detectará de tal manera que enviará señales positivas para dormir y relajará tu cuerpo. Por ejemplo: leer un poco, tomar un vaso de leche etc…

Evita las pantallas

Uno de los factores determinantes que han influido negativamente en el insomnio generalizado que padecemos hoy en día guarda relación con los dispositivos electrónicos. La rutina (nefasta) de repasar las redes sociales o enviar esos últimos Whatsapp cuando ya estamos en la cama, lo único que provoca es una peor conciliación del sueño.

No realices ejercicio físico a última hora del día

Aunque el deporte sea muy beneficioso para la salud, no es recomendable practicarlo a horas muy tardías. El ejercicio genera unas endorfinas que activan nuestro cuerpo y, por tanto, no incitan a la relajación tan necesaria para dormir.

Crea un clima relajante en tu dormitorio

Prepara tu habitación para lo que tiene que ser, el lugar donde dormir. Para ello, establece una temperatura correcta (sobre los 22 grados centígrados), evita los ruidos, aléjate de los dispositivos electrónicos, baja la persiana y no permitas la contaminación lumínica. Antes de la noche, es recomendable haber ventilado la habitación durante el día.

Aleja los malos pensamientos

Intenta desconectar de lo acontecido durante el día y no te pongas a pensar en la mañana siguiente. Relaja la mente a través de la lectura o con la ayuda de una serie o película que te permita no pensar.