Alimenta a tus hijos con un buen descanso

Sep 28, 2020 | INFANTIL

Siempre se ha dicho que lo más importante para el crecimiento de los niños es la alimentación. Y si ponemos más el foco en la sabiduría popular con cierto calado tradicional, lo significativo que era la leche por su calcio: “Si quieres ser un niño alto y fuerte, tienes que beberte este vaso de leche”. Y aunque no les faltaba razón a las madres de antaño, hoy en día también sabemos de lo vital que resulta un buen descanso para el correcto desarrollo de los más pequeños. Porque a cada día en el que los vemos correr, reír, saltar o jugar, le tiene que seguir una noche de sueño donde recuperen fuerzas de cara a otra jornada de igual diversión, alegría y nuevos conocimientos.

La importancia del descanso en el crecimiento de los niños

Siendo adultos, cualquier actividad que realizamos, ya sea física o mental, nos implica abrazar la cama con fuerzas. Por nuestra madurez, sabemos que con el fin de compensar ese esfuerzo y recuperar energía, tono muscular y reiniciar el sistema nervioso, es importante una buena noche de descanso. De lo contrario, al día siguiente vamos a estar más cansados, rindiendo así peor tanto a nivel laboral como familiar o social.

En el caso de los niños, este descanso se hace más importante. Tras un día de desgaste total tanto a nivel físico como mental (e incluso emocional, ya que todo lo viven con más sentimiento), van a necesitar una noche de sueño reparador. Pero, además, resulta imprescindible para potenciar el buen desarrollo físico y el crecimiento. Si no descansan lo suficiente, esto podría concluir en procesos como la pérdida de memoria, la capacidad de aprendizaje, aparición de mal humor e irritabilidad, problemas en el comportamiento (con el consiguiente mal ambiente familiar) y, sobre todo, debilitar un sistema inmunológico que aún se está formando.

Según datos de la Asociación Española de Pediatría, hasta un 30% de los niños padece de alteraciones crónicas del sueño. Una barbaridad de dato que indica la falta de horas de sueño que los menores acumulan día tras día. Un déficit de descanso que acaba interfiriendo en el crecimiento de los más pequeños, así como sus capacidades de aprendizaje, concentración, motricidad e incluso estado de ánimo.

Para evitar este tipo de situaciones, es importante que, como padres, estimulemos en los niños la necesidad de descansar y dormir. Para ello, nada mejor que seguir los siguientes consejos:

Ofrecerles el mejor equipo de descanso posible

Si en nosotros solemos invertir en un colchón de calidad, fabricado con materiales innovadores como la viscoelástica o el látex, lo mismo debemos hacer con los más pequeños de la casa. Por ello, es imprescindible adquirir los últimos modelos infantiles más desarrollados que consten de un colchón cuyos parámetros y prestaciones aporten la transpirabilidad y firmeza que más se adecue a sus necesidades (y fomente su correcto desarrollo y crecimiento), más una almohada que se adapte a las mismas necesidades y, por último, una base que sostenga todos los elementos anteriores. En definitiva, un equipo que se adapte a las curvas naturales del cuerpo del menor, no dificulte los movimientos del durmiente y libere los puntos de presión.

Crear una rutina del sueño

Fomentar ciertos hábitos que se repitan día a día, acabará creando en los pequeños una especie de conductismo que les ayudará a irse a dormir. Pequeños actos como tomar un vaso de leche, el cepillado de dientes o dar las buenas noches (y un beso) a los familiares, ayudará a que se acuesten siempre a la misma hora.

Fomentar el ejercicio y el deporte

La actividad física es una liberadora estupenda de energía. Y en el caso de los niños, aún más. Además, hacer deporte no solo será bueno para su crecimiento y que lleguen más cansados a la cama, también ayudará a que estrechen lazos con otros niños y entiendan conceptos como el trabajo en equipo y la colaboración.

No digas nunca la frase, “a la cama, castigado”

 Establecer como castigo lo de irse a dormir, lo único que va a provocar es que relacionen la cama con una penitencia. Juega con la psicología y ayuda a que los niños entiendan la cama como un lugar donde relajarse, soñar, descansar y cualquier tipo de experiencia agradable.

Evita distracciones en el dormitorio

Empezando por la ausencia de dispositivos electrónicos (teléfono, Tablet, ordenador…), intenta que la habitación de los pequeños sea un lugar que incite el descanso e invite a la relajación.

No dejes que se acostumbre a dormir con los padres

Es importante que aprenda a dormir solo e independiente en su propia habitación, incluso si tiene pesadillas. En este último caso, es mucho más recomendable acompañarle durante unos minutos para que se le pase el miedo y vuelva a dormirse.